El cuerpo de la mujer padece numerosos cambios en el embarazo, parto y postparto. Es importante conocerlos y qué se puede hacer desde la fisioterapia. En este artículo nos enfocaremos en dar información breve sobre lo que ocurre en el embarazo y cómo la fisioterapia puede ayudarte.
Durante el embarazo el cuerpo de la mujer se prepara para dar vida y con ello, una serie de cambios, no solo hormonales, también físicos.
¿Qué cambios se producen durante el embarazo?
Desde el primer trimestre el cuerpo se prepara. Se producen cambios como aumento del tamaño de los senos, aumento de las micciones, estreñimiento y náuseas con o sin vómitos entre otras. Durante esta etapa ya comienzan los cambios en nuestro organismo que puede afectar a nuestro suelo pélvico y postura. En este vídeo se observan los cambios que se producen durante el embarazo.
En el segundo trimestre los síntomas de cansancio o náuseas van disminuyendo, pero el peso y el tamaño del bebé van aumentando provocando cambios en la pelvis y columna. Esto se produce con ayuda de las hormonas que flexibilizan las articulaciones y permite más movilidad, pero también, menos protección en la estabilidad articular. Es por ello, dar importancia a un trabajo moderado de la musculatura para prevenir lesiones y preparar el cuerpo para el parto.
En el tercer trimestre la presión en la pelvis aumenta considerablemente por el tamaño del bebé y los cambios producidos en la columna y pelvis. Es posible que la musculatura abdominal se distienda y no proporcione la sujeción necesaria provocando dolor lumbar o ciáticas.
Debido a todos estos cambios es necesario un trabajo de la musculatura y la postura, con el fin de reducir los síntomas durante el embarazo y sobre todo reducir alteraciones después de este.
¿Qué puede hacer la fisioterapia en el embarazo?
Desde el primer trimestre se puede comenzar a trabajar. En este periodo es importante la conciencia corporal saber y conocer la musculatura del suelo pélvico, como contraerla y qué relación presenta con la faja abdominal. La actividad física en este periodo debe ser suave y aprobada por el ginecólogo.
En el segundo trimestre es ideal comenzar con una actividad física más moderada con el fin de preparar el cuerpo para el parto y para los cambios físicos del embarazo. El fisioterapeuta te guiará en el progreso, mejorando la movilidad activa de la pelvis, ejercicios posturales y respiratorios.
En el tercer trimestre lo más importante es preparar a la futura mamá al momento del parto y conocer cómo se produce y cómo puede ayudar al bebé y su cuerpo en este bonito proceso. Se le puede enseñar a la mamá y papá el masaje perineal. Posturas y respiración que se aconseja realizar durante la dilatación y para el expulsivo (pujos).