Para comenzar debemos diferenciar la inestabilidad y luxación de hombro ya que no son la misma patología. La inestabilidad se produce cuando hay una excesiva movilidad entre la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea, mientras que la luxación consiste en una perdida total de la congruencia articular. Ambas pueden cursar con dolor e impotencia funcional pero es importante destacar que no todas las inestabilidades van a provocar luxaciones.
Es una patología con una incidencia muy alta, apareciendo en un 1-2% de la población total. Esto se debe a que el hombro (articulación glenohumeral) es la articulación más móvil de todo el cuerpo. De hecho, más del 50% de todas las luxaciones que se atienden en los servicios de Urgencias son luxaciones anteriores de hombro.
¿Por qué se produce la luxación de hombro?
Las causas más habituales de luxación de hombro están relacionadas con caídas o traumatismos en los cuales se produce un movimiento brusco que implica una posición excesivamente forzada para la articulación. También pueden deberse a pequeños gestos repetitivos o microtraumatismos prolongados en el tiempo, es por ello que son muy habituales durante la práctica deportiva (especialmente en deportes como pueden ser voleibol, beisbol, escalada…).
¿Por qué se producen tantas recidivas?
Es importante destacar que la mayoría de luxaciones de hombro tendrán recidivas en el futuro (ese hombro volverá a luxarse), especialmente si la primera luxación ocurre en edad de crecimiento. Esto se debe a que es una articulación con mucha laxitud ligamentosa fisiológica de base. Si a eso añadimos cualquier lesión o alteración en sus ligamentos o en la cápsula articular aparecerán procesos de micro-inestabilidad en el hombro los cuales pueden terminar provocando nuevas luxaciones. En algunos casos más graves también se pueden dañar músculos, tendones, nervios de la zona o incluso provocar una fractura ósea.
¿Cómo prevenir la luxación de hombro?
En primer lugar debemos hablar sobre los estabilizadores del hombro. Los podemos dividir en dos grandes grupos:
- Estabilizadores estáticos: cápsula articular y ligamentos.
- Estabilizadores dinámicos: sistema muscular (especialmente manguito rotador y cabeza larga del bíceps).
Si quieres conocer más en profundidad la anatomía del hombro puedes ver este vídeo.
El fortalecimiento de la musculatura del hombro es fundamental para proteger la articulación y disminuir el riesgo de luxación. Además, se debe evitar realizar movimientos bruscos que supongan posiciones forzadas para la articulación, especialmente similares a los que provocaron la primera luxación.
En al ámbito deportivo habrá que realizar también un trabajo específico para conseguir una buena técnica a la hora de realizar gestos deportivos concretos.
Por todo ello, la Fisioterapia será fundamental para conseguir una buena recuperación y evitar recidivas. Ésta se basará en terapia manual, ejercicio terapéutico y readaptación al deporte o actividad laboral de cada persona.
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