Para que el título del artículo no de lugar a equivocaciones o a mentes “mal pensadas”, vamos a intentar explicar desde ya de que se trata esta nueva entrada de Higea Fisioterapia Granada. Con un Fisioterapeuta cerca de ti, nos queremos referir, a que cuánta confianza tienes con tu fisio, qué piensas de él como persona, ¿sales de la consulta empoderado, motivado, con energía? o sales de ella sintiendo todo lo contrario.
En función del carácter de la persona, de la patología o lesión que tenga, del momento en el que esté, es decir, su situación actual, su nivel de vida o incluso la hora de tratarse, va a hacer que el fisioterapeuta necesite comportarse de una forma u otra.
Es importante que tu como paciente te vayas con la sensación de que te está tratando alguien que demuestra ganas y entusiasmo por lo que está haciendo.
Quizás todo hemos supuesto siempre que cuando a tu lado tienes una persona en la que confías, le da a la lesión la importancia que merece y te transmite sensaciones positivas, la recuperación siempre era mucho más fácil, independientemente de las técnicas que hiciese.
LA PERSONALIDAD DEL FISIOTERAPEUTA INFLUYE EN LOS RESULTADOS DE LOS TRATAMIENTOS
“Es importante ser inteligente, tener talento, títulos y ser un buen líder, pero más importante es ser buena persona” – Joan Carles March
Durante nuestros tratamientos, los fisioterapeutas deben de estar usando estrategias constantes que influyan directamente en el comportamiento de los pacientes.
Nuestros fisioterapeutas de Higea Fisioterapia lo saben y por ello es importante una formación que nos permite como fisios, adoptar un rol de coaching.
Para que se pueda dar esta situación, primero, es imprescindible el entorno. Las salas cargadas de pacientes, las sesiones cortas con el fisio, en el que el tiempo que está el paciente con él no llega ni a 20 minutos, no ayudan.
Por ello, en nuestro centro de fisioterapia en Granada intentamos que las sesiones tengan al menos 45 minutos de duración.
“Las sesiones de terapia prolongadas derivan en un mayor contacto y relación de confianza hacia la persona que se está tratando” – Higea Fisioterapia Granada
En este estudio, se observó que los fisioterapeutas más activos, extrovertidos y también los que eran gratos y agradables obtenían mejores resultados finales en sus tratamientos que aquellos más reservados, introvertidos y cautelosos.
En ese mismo estudio, se observó también que aquellos terapeutas que tenían poca confianza en sí mismos, que no creían en lo que hacían o que no disfrutaban su trabajo, también tenían peores resultados en sus tratamientos.
Otro estudio, señala que la empatía del profesional sanitario es clave para afectar de manera positiva a los tratamientos.
EN EL TRATAMIENTO TODO INFLUYE
“Con demasiada frecuencia subestimamos el poder de una caricia, una sonrisa, una palabra amable, un oido atento, un cumplido honesto o el más mínimo acto de cuidado, todos los cuales tienen el potencial de cambiar la vida” – Leo Buscaglia
Lo que queremos mostrar en este artículo es que en la curación de nuestros pacientes no solo influye el qué técnicas hacemos para un determinado problema, qué abordaje realizamos o qué aparatología usamos, sino que, también influye el trato personal. Esto lo notan los pacientes, y si te han tratado alguna vez, sabes de lo que estamos hablando.
Por lo pronto, sabemos que cuando estamos con un fisioterapeuta cercano, profesional, que nos intenta explicar las cosas de la manera que lo entendamos. Ese fisioterapeuta que tú como paciente notas que está intentando hacer todo lo que está en sus manos para ayudarte. Eso hace que tu sistema nervioso se tranquilice, que tus niveles de estrés bajen, se calma nuestro sistema autoinmunitario y se genera una actividad parasimpática muy favorable para que nuestro organismo inicie procesos de curación de una manera sorprendente.
Todos los pacientes tendrán un beneficio cuando dan con alguien así, pero quizás, lo que más lo notan son aquellos con:
– Dolores de espalda como, hernias de disco, protusiones, ciáticas etc.
– Fibromialgia
– Problemas de ATM
– Dolor crónico generalizado
– Cervicalgias rebeldes con síntomas como, cefaleas, vértigos, mareos.
– Lesiones de larga duración (Tendinopatías, osteoartritis, hombro congelado, rotura de ligamento cruzado anterior, etc.)
En resumen un buen fisioterapeuta debería ser:
– Amable
– Empático, ponerse en el lugar del paciente
– Extrovertido
– Sociable
– Enérgico
– Atento en sus tratamientos
– Positivo
En nuestra Clínica de Fisioterapia, donde seguimos la Filosofía Higea, no solo buscamos que nuestros fisioterapeutas estén formados en las técnicas más vanguardistas, sino que además, deben cumplir los requisitos mínimos para que el trato que se da en nuestro centro sea lo más humano posible.
“Los seres humanos desprenden un buen aroma en cada acción que realizan, generando una vibración positiva. Es una vibración de la cual otra persona se da cuenta” – Dr. Priyadarsini Mitra
